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La pandemia fue una de las principales causas de migración de las familias que, con la implementación del homeoffice, reconfiguró las formas de vida y las posibilidades de comenzar una nueva etapa lejos de la capital, sin perder el trabajo.

En la costa Argentina, los alquileres aumentaron entre un 35% y un 50% en pesos con respecto a la temporada anterior, sumado al incremento de la inflación en el país. Además, las zonas en las que los alquileres se pactan en dólares, también sufrieron grandes aumentos.

Esta razón se explica por el exponencial crecimiento de urbanizaciones privadas, como es el caso de Costa Esmeralda, un lugar que los veraneantes eligen por su tranquilidad y seguridad, y que cada vez crece más. Se estima que en la actualidad hay más de 100 familias que comparten barrio o colegios y construyen o alquilan allí. 

Pinamar

Otro desarrollo que viene pisando fuerte es Northbeach, ubicado a tan solo 4 kilómetros de la frontera de Pinamar. Este barrio privado propone todo los amenities que se pueden encontrar en un departamento lujoso de Buenos Aires, pero junto al mar. Consta de 270 hectáreas con 1,2 kilómetros de frente costero, y posee todos los servicios de playa, inclusive esparcimientos deportivos.

Los departamentos cuentan con 100 m2 y sus balcones ofrecen vistas al mar que parecen una postal. El valor del alquiler de un 3 ambientes en la primera quincena de enero varía entre los USD $3.500 y los USD $3.800, mientras que en el mes de febrero se espera que alcance los USD $3.000.

Villa La Angostura

Vista Azul es un barrio privado de montaña emplazado sobre una ladera, en un lote de 10.170 m² con vistas panorámicas al lago Nahuel Huapi, y rodeado de un bosque nativo de Cipreses y Radales. Se desarrollan 12 unidades de 2 dormitorios con terraza, parrilla, jardín y estacionamiento. El precio de un dos ambientes ronda los USD $330.000, pagando un anticipo del 40%, y 18 cuotas. 

Vivir en un barrio privado, rodeado de naturaleza y paisajes de ensueño, es a lo que cada vez más personas aspiran. El aumento de precios es una consecuencia directa del aumento de la demanda pero, como ya se ha demostrado, las mejoras en la calidad de vida valen la pena la inversión.